Hoy escribo sobre cómo desarrollo mis ideas y el estilo que me funciona. Primeramente, siempre tengo a la mano una libreta o un documento abierto en mi pantalla. De esa manera, puedo apuntar cuanta idea viene a mi mente sin arriesgarme a que se me olvide.
La fuente de mis ideas A veces, solo apunto palabras, otras veces tengo frases o párrafos más completos, pero son notas sueltas que no componen un escrito por sí solas. Entonces, cuando me toca escribir, busco esas anotaciones. A veces, juego con lo que ya tengo. En otras ocasiones, me inspiro con una o varias de esas frases. Si veo que hay ideas relacionadas, busco la manera de juntarlas en un mismo escrito. Frecuentemente, de ahí salen mis entradas de blog. Tomo nota cada vez que escucho una frase que me puede servir de punto de partida para una entrada en mi blog. Algunas frases que he escuchado y preguntas que me han hecho:
Aprovecho para invitarte a leer mi otro blog sobre temas educativos y de negocios: http://soyprofesional.blogspot.com/ Mis momentos de inspiración Generalmente, me inspiro más cuando se supone que esté haciendo otra cosa. Por ejemplo, si saco el día para leer, ese es el día que mejor escribo. Por lo tanto, permito flexibilidad en mi día para poder hacer ambas. Sin embargo, le doy prioridad a escribir porque es lo que más tiempo consume, por lo tanto, si estoy inspirada, suelo aprovechar la oportunidad. Para comenzar, busco mis palabras, frases o escritos parciales y comienzo a añadirles. Para que no parezca una tarea monumental, suelo ponerme la meta de escribir 300 palabras. Así alcanzo la meta relativamente rápido y, si tengo más, lo puedo dividir en dos artítulos. Usos para mis escritos Muchas veces, esos escritos se quedan "pendientes" por algún tiempo. Los reviso para asegurarme de que expresan bien mis ideas, pero todavía no les encuentro uso. Cuando me toca actualizar mis blogs, enviar mi boletín mensual o entregar columnas como autora invitada, visito mis escritos para identificar cuál se acomoda mejor al propósito de la publicación. En ese momento, solo me toca leerlo y modificarlo para que esté a la par con la publicación, pero ya no tengo que desarrollar ideas porque esa parte la hice cuando me inspiré para escribirlo. Consejos Fíjate que mi proceso no es lineal, más bien es circular. Busco ideas, las desarrollo, las dejo quietas por algún tiempo, las vuelvo a mirar y busco dónde es mejor publicarlas. Cada escritor tiene su sistema... quizás este sistema a ti no te funciona, quizás sí. Pero quise compartirlo para que veas que, aunque el producto final suele ser coherente, el proceso -muchas veces- no lo es. Piensa en tu proceso. ¿Cuáles son tus pasos para escribir? ¿Qué te funciona y qué no te funciona? Lo importante es que escojas lo que te funcione mejor; no hagas lo que le funciona a otra persona. Encuentra tu estilo y úsalo a tu favor.
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Honestamente, comprendo por qué muchos autores no han publicado sus libros. Sencillamente, no es una prioridad hacer esa inversión. Sin embargo, los dueños de negocio deben ver esta inversión como una estrategia publicitaria que, además, les permitirá posicionarse como expertos.
Posicionarse como experto, traerá beneficios:
Reflexiona sobre esto:
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Compilé esta breve guía de varias consultas de mis lectores. Les agradezco mucho que confíen en mí y me pregunten cuando les surgen las dudas. Estoy aquí para ayudarles.
El uso de las mayúsculas
Las fechas El formato correcto: domingo, 4 de agosto de 2013 Los números Los números del uno al diez se escriben en palabras, del 11 en adelante se escriben en dígitos. La z y la c Las combinaciones “-ze, -zi” no existen en español, por lo tanto la “z” se cambia por “c”. Ejemplo: Las palabras que terminen en –zar, cambian la “ z” por “c” en el pasado. comenzar -> comencé La “s” final
Le y les “Le y les” responden al objeto indirecto, que es el que viene después de “a”. Por lo tanto, la concordancia de número debe hacerse con el objeto indirecto. Si el objeto indirecto está en plural, corresponde “les”. Ejemplos: Diles no a las drogas. No le entregué el papel al niño. Solo La palabra “solo” ya no se acentúa. El punto y la coma
Los diálogos Los diálogos se escriben con rayas. Por ejemplo: —Supe que llegaste a tiempo. —¿A dónde? —Al parque para ver el juego de los niños. Y puedes incluir el pensamiento del narrador entre los diálogos, como ves en este ejemplo: —Veo que llegaste a tiempo. Y con un tono sarcástico, él le contestó: —¿A dónde? —Al parque para ver el juego de los niños. Consejos de tu editora El diccionario es tu mejor amigo a la hora de redactar. Consulta las palabras que te traigan dudas y las que no te las traigan también. Te sorprenderás. Usa un tesauro para encontrar sinónimos y antónimos. Sígueme:
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la editoraLa autora de este blog, Vigimaris Nadal-Ramos, es también la dueña de Editorial Narra, una empresa puertorriqueña que brinda servicios editoriales y apoyo a los autores independientes durante el proceso de autopublicación. Aquí leerás artículos de interés para autores. Se publican artículos nuevos todos los domingos.
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